¿Qué es un Aborto Terapéutico?
diciembre 28, 2023 8:21
noviembre 03, 2024 9:13
El Aborto terapéutico es un procedimiento médico necesario recomendado por profesionales sanitarios. Se realiza cuando la continuación del embarazo supone un riesgo importante para la salud o cuando el embarazo no es viable y es improbable que el feto sobreviva sin complicaciones a largo plazo.
La distinción entre un aborto «terapéutico» y un aborto «electivo» o «voluntario» radica únicamente en el fundamento médico que lo sustenta. El proceso para interrumpir un embarazo o tratar un aborto espontáneo suele ser el mismo, independientemente del motivo por el que se solicita atención médica.
Términos como «aborto electivo», «aborto terapéutico» y «aborto espontáneo» son utilizados principalmente por los legisladores para definir lo que se considera «aceptable» o «inaceptable» en términos de servicios médicos. Los proveedores de seguros también utilizan estos términos para determinar la cobertura que ofrecen.
Es importante reconocer que el concepto de «necesidad médica» es subjetivo y puede variar en función de las circunstancias individuales. Desgraciadamente, a las mujeres embarazadas se les suele negar el acceso a servicios de Aborto que salvan vidas por motivos morales o legales. Esta denegación suele provocar complicaciones mentales, emocionales y físicas evitables y, en algunos casos, incluso la muerte.
¿Cuándo puede plantearse un Aborto terapéutico?
El profesional sanitario puede plantear la opción de la interrupción del embarazo si la continuación del embarazo supone un riesgo superior al habitual, que podría deberse a enfermedades preexistentes como cáncer, cardiopatías o enfermedades renales. También puede recomendarse si durante el embarazo surge una afección, como la rotura prematura de membranas (RPM), el desprendimiento de la placenta o la preeclampsia, que pueden presentar graves riesgos para la salud.
Además, puede presentarse la opción de un Aborto terapéutico si el cribado prenatal indica una anomalía fetal. Ciertas anomalías, como la anencefalia, la hidrocefalia, el síndrome de Merkel-Gruber, el síndrome de Potters o la displasia tanatofórica, pueden aumentar significativamente el riesgo de muerte fetal durante el embarazo o poco después del nacimiento.
¿Existen alternativas al Aborto terapéutico? Las alternativas disponibles dependen de las circunstancias específicas de tu embarazo y de la legislación de tu región. Es importante tener en cuenta que el acceso a determinadas opciones puede estar limitado por la normativa de tu estado.
Si el embarazo se considera de alto riesgo para usted pero no para el feto, una opción podría ser continuar el embarazo e inducir el parto una vez que el feto haya alcanzado una fase de desarrollo en la que podría sobrevivir fuera del útero. Esta decisión se tomaría en consulta con el profesional sanitario.
En caso de sospecha de anomalía fetal, también puede plantearse llevar el embarazo a término. Sin embargo, es esencial que hables abiertamente con tu médico sobre las posibles implicaciones y resultados de tu situación concreta. Es posible que la anomalía provoque la muerte fetal, la muerte poco después del nacimiento o una reducción de la esperanza de vida. Las diferencias de desarrollo también pueden dar lugar a afecciones que requieran cuidados a largo plazo o de por vida.
¿Es posible que surjan complicaciones sin tratamiento?
Optar por continuar un embarazo que supone un riesgo para su vida o su salud puede, en efecto, provocar complicaciones graves. Es crucial que estés plenamente informada de los posibles riesgos y resultados para que puedas tomar la decisión más adecuada a tus circunstancias. Si decides no abortar, es importante que hables con tu médico sobre las opciones disponibles para controlar los síntomas, minimizar los riesgos y prepararte para el parto. También puede merecer la pena considerar la posibilidad de actualizar sus instrucciones anticipadas para la atención médica.
Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, continuar con el embarazo podría provocar la muerte tanto para ti como para el feto, por lo que identificar recursos de apoyo podría ser beneficioso. Aunque pensar en los deseos al final de la vida puede ser un reto, tener estas conversaciones puede aliviar un poco la carga de tus seres queridos si surge la necesidad.
¿Cómo se practican los Abortos terapéuticos?
Más de la mitad de los abortos realizados en centros médicos de Estados Unidos son abortos farmacológicos. Pueden realizarse con dos medicamentos, Mifepristona y Misoprostol, o solo con Misoprostol. La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el uso de Mifepristona y Misoprostol para interrumpir embarazos de hasta 10 semanas.
Durante el primer trimestre, puede utilizarse otro método llamado aspiración por succión (vacío) para vaciar el útero. Se trata de un procedimiento quirúrgico menor que suele durar entre 5 y 10 minutos. A veces, puede ser necesario dilatar el cuello uterino antes del procedimiento. En algunos casos, durante este proceso puede realizarse una dilatación y curetaje (D&C), que consiste en utilizar una cureta para raspar el revestimiento uterino y asegurarse de que está vacío.
Durante el segundo y tercer trimestre, el Aborto quirúrgico se realiza mediante un método denominado dilatación y evacuación (D&E). Este procedimiento consiste en la dilatación y aspiración, con el uso de instrumentos adicionales, como fórceps, para extraer el embarazo.
El cribado prenatal del primer trimestre suele realizarse entre las semanas 10 y 13 del embarazo, mientras que el del segundo trimestre se lleva a cabo entre las semanas 15 y 22. Por ello, algunas anomalías fetales pueden no sospecharse o diagnosticarse hasta el segundo trimestre.
Aunque el Aborto Médico puede ser una opción hasta la semana 15, generalmente se recomienda que el Aborto Quirúrgico sea realizado por profesionales sanitarios.
¿Qué esperar después de un Aborto terapéutico?
Abortar bajo la supervisión de un profesional sanitario es un procedimiento seguro y eficaz. Es importante comprender que existen efectos secundarios naturales asociados a los distintos métodos utilizados.
En el caso de la interrupción médica o farmacológica, el proceso puede comenzar en una clínica y completarse después en casa. Después de tomar Misoprostol, algunas personas pueden experimentar una combinación de síntomas, como náuseas, debilidad, fiebre, escalofríos, vómitos, dolor de cabeza, diarrea y mareos. Es fundamental vigilar de cerca estos síntomas. Pueden alcanzar su máxima intensidad entre los días 3 y 5 y disminuir gradualmente en las semanas siguientes.
En caso de terminación quirúrgica, puede administrarse sedación para aumentar su comodidad durante el procedimiento. Es de esperar que se produzcan algunas hemorragias y calambres tras el procedimiento, aunque generalmente son más leves que las hemorragias causadas por la interrupción médica. La mayoría de las personas pueden volver a casa el mismo día y se sienten físicamente capaces de reanudar sus actividades habituales al día siguiente.
Es frecuente que surjan diversas emociones después de un Aborto, y estos sentimientos pueden cambiar con el tiempo. Es importante recordar que no hay una forma correcta o incorrecta de sentir y permitirse la gracia de atravesar la experiencia. Algunas personas pueden experimentar síntomas de estrés postraumático, que pueden desaparecer con el tiempo.
Los resultados de un estudio a largo plazo publicado en 2008, en el que se realizó un seguimiento de más de 500 mujeres hasta la edad de 30 años, indicaron que la interrupción del embarazo por motivos médicos puede tener un mayor impacto en la salud mental en comparación con otros motivos de interrupción o aborto espontáneo, posiblemente porque este último suele producirse al principio del embarazo.
Una revisión de la investigación realizada en 2021 hizo hincapié en la importancia del bienestar físico, mental y emocional de una persona antes del embarazo y la interrupción para comprender el posible impacto en la salud mental. En general, los investigadores descubrieron que el estado de ánimo solía mejorar significativamente tras la interrupción en comparación con el periodo anterior. Los efectos negativos sobre la salud mental eran menos frecuentes y se observaban principalmente como depresión o ansiedad graves o persistentes, que afectaban aproximadamente al 10% de las personas, según una investigación de 1992.
Los efectos negativos fueron más frecuentes entre las personas con enfermedades mentales preexistentes, con una intensificación de los síntomas preexistentes en lugar de la aparición de otros nuevos. Además, diversos factores demográficos, sociales, culturales y económicos pueden influir en el resultado de una persona.
Conclusión
En resumen, la decisión de continuar o interrumpir un embarazo es compleja y única según las circunstancias de cada persona. Buscar el apoyo de la pareja, un amigo íntimo, un familiar o un profesional de la salud mental puede ser útil en este proceso de toma de decisiones. Si no tiene un terapeuta o consejero, su médico de atención primaria o ginecólogo puede proporcionarle referencias e información sobre las opciones disponibles. En última instancia, la decisión es tuya y mereces apoyo, dignidad y respeto durante todo el proceso.